La conservación de los conocimientos empieza en la fase de inversión. Por esta razón, integramos a un técnico de mantenimiento de BNA en el equipo que atiende el proyecto. Este adquiere entonces los conocimientos sobre las condiciones locales y las particularidades de su instalación para que, después de la puesta en marcha, el personal del servicio técnico pueda asumir fluidamente los trabajos de mantenimiento o eliminar averías en su instalación.
BNA designará a un responsable de instalación en el momento de la finalización del proyecto. Éste estará a su disposición como interlocutor fijo durante toda la vida útil de la instalación. Él también les aconsejará en caso de reformas o les prestará el soporte necesario en cuestiones de acceso remoto a efectos de diagnóstico u optimización de su instalación.
La gestión y el backup de datos se continúan también tras conclusión del proyecto. El estado de revisión actual se guarda después de cada cambio en los directorios previstos y se almacena a diario. De esta forma, la versión actual de software y la documentación del proyecto están disponibles en todo momento.